sábado, 7 de junio de 2008

REPORTAJE ESPECIAL

Reportaje/LAS VOCES DETRÁS DEL SILENCIO

LA AMENAZA SOBRE EL PERIODISMO

INVESTIGATIVO


La inmediatez de la información, la presión de factores involucrados en las investigaciones, incluso, la falta de interés de los medios en este tipo de trabajo son los principales obstáculos para el desarrollo de este género.


Por: David Romero
davidrome6809@gmail.com

Para el periodismo investigativo, su rol fiscalizador cada vez es más minado por las acciones de diferentes órganos judiciales, que impiden un libre ejercicio de la investigaciones por parte de los reporteros o unidades investigativas. Muchos de los casos involucran a los medios y actores de presión externa –generalmente de la parte gubernamental- que se convierten en el juez y toman la determinación de callar las denuncias que manejan las diferentes agendas de los medios independientes. Asociaciones de periodistas lanzan su preocupación por los bajos niveles de profundidad de las publicaciones actuales y la aparición constante de un nuevo fenómeno al interior de los consejos de redacción: la autocensura.

En Bogotá, el pasado mes de abril, se desarrolló un seminario acerca de los principales cuestionamientos que abarca la investigación en el medio y las dificultades de los reporteros para conseguir la información. Este evento fue organizado por el Consejo de Redacción –una organización académica que promueve el periodismo investigativo en Colombia- y en donde se entablaron conversaciones con un grupo de periodistas internacionales que analizaron la problemática actual de los procesos investigativos de los diferentes medios de la región.

Diferentes puntos de vista dan a conocer la preocupación creciente de los editores y jefes de redacción por mantener unos estándares de calidad informativa altos y que en los últimos años se han perdido por la velocidad de transmisión de la misma.

CASO PERUANO: USO DEL PODER VS. INDEPENDENCIA INFORMATIVA:

La tradición del periodismo peruano ha sido la de mantener su independencia de la agenda oficial, incluso en épocas en donde el autoritarismo y la arbitrariedad de los dirigentes políticos se acentuaba en el control explícito de los contenidos de los medios.

Es así como la corrupción en la época del presidente Alberto Fujimori y las continúas investigaciones adelantadas a los miembros de su gabinete y las fuerzas militares, llevaron a los diarios peruanos al derrocamiento del jefe del estado y pusieron en lo más alto el prestigio de los medios de comunicación pese a las restricciones oficiales.

Ricardo Uceda, jefe de redacción de los más importantes medios de comunicación de Perú, entre los que se encuentra la revista SÍ, dirigió las investigaciones que sacudieron a la opinión pública de ese país; el caso del Grupo Colina y la falsificación de un millón de firmas en las elecciones del año 2000.

Uceda afirma que el periodismo investigativo está atravesando una crisis debido a los conflictos de interés que son externos a las motivaciones de los periodistas. “los periodistas que buscamos e investigamos no debemos llenarnos de prejuicios, debemos condenar cualquier acción que consideremos fuera del orden y poner en duda toda información que llegue a nuestras manos, así sea de las organizaciones bienintencionadas” afirma en el panel realizado por la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

La investigación es un proceso largo y el tiempo es el principal factor en contra de este tipo de publicaciones. En el caso de las investigaciones adelantadas por el Director de la Revista Sí, el seguimiento de los casos duró alrededor de cuatro y seis años respectivamente.

Sin embargo, en el caso peruano, la presión externa de las fuerzas militares fue determinante en la evolución del juicio contra el Grupo Colina.

Los periodistas vivieron una época oscura debido a la organización de grupos militares que ejecutaban planes en contra de los reporteros que investigaban los temas. “estamos hablando del año 1991, el ejército peruano forma un grupo elite en contra de las acciones que en ese momento la prensa hacia, comprometiendo a los militares en las matanzas. Uno de los hechos más impresionantes son las cartas bomba del Capitán Víctor Tenaz” confirma Uceda.

Todo esto forma parte de una extensa publicación que se ha hecho en la última década, denunciando –según la comisión de la verdad- la muerte de veinticinco mil personas. Este éxito del periodismo peruano se debe a la debilidad institucional de las fuerzas militares de ese país que colaboran con los periodistas esclareciendo muchos de los episodios que permanecieron ocultos durante el oscuro régimen de Fujimori.

La culpa es de los medios:

Por otro lado, la violación de los derechos humanos es la principal denuncia del periodismo peruano, sin embargo, para Ricardo Uceda, la insensibilización y la posición conservadora de varios medios en no querer mostrar las falencias de los gobiernos impiden una investigación profunda de los temas: “El comercio (diario peruano), tenía una posición bastante conservadora y no quería ver lo que estaba pasando” –dice Uceda.

Pablo O´Brien, miembro de la unidad investigativa del diario El Comercio de Lima, afirma que la situación del periodismo de investigación en su país se ha basado en los últimos años en el rol fiscalizador del periodista, en su cumplimiento del deber y que por experiencia propia lo obliga a enfrentarse a algún poder que oculta la información o impide la publicación.

Sin embargo, este deber del periodista en los últimos años se ha malinterpretado en el amarillismo y la falta de rigor a la hora de presentar una publicación. “Hoy en el Perú lo que está ocurriendo es que hay un afán por denunciar cualquier cosa, lo cual ha traído consigo una falta derigor alarmante” manifiesta O´Brien.

Actualmente los periodistas peruanos consideran que su país da las garantías suficientes para ejercer el periodismo libremente y que en el concepto de O´Brien “existe un límite que un periodista no debe trasponer: el de poner en real peligro su seguridad personal, sin embargo, a veces no es fácil saber cuál es ese límite. Y bueno, cuando no lo logramos determinar del todo ocurre una tragedia, pero esos son los riesgos que se asumen, de lo contrario, es mejor no hacerlo”.

COSTA RICA: LA GUILLOTINA DE LOS PRESIDENTES

En los últimos años, Costa Rica ha liderado varios proyectos investigativos que han sido llevados a cabo por los diferentes medios de comunicación, descubriendo una serie de irregularidades en las contrataciones estatales y una corrupción alarmante al interior de las instituciones públicas de San José.

Este país centroamericano reporta el menor índice de violencia contra los periodistas- según el reporte de alertas del Comité de Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés)- que celebró la condena a 35 años de prisión a dos personas involucradas en el asesinato del periodista costarricense Parmenio Medina, ocurrido en julio de 2001.

La tradición de Costa Rica ha sido la de un país sin alteración en los derechos y ejercicio del periodismo. Hecho demostrado con el escándalo descubierto en el año 2004 por la subjefe de redacción del periódico la Nación, Giannina Segnini -en el cual se involucraban altos funcionarios del estado- en un caso típico de corrupción en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).

La publicación del seguimiento al caso generó todo un revolcón en la parte administrativa de la CCSS y permitió revelar una serie de irregularidades cometidas durante la adquisición de unos equipos médicos.

El interés de los medios, en este caso, fue fundamental para el desarrollo de los reportajes que comenzaron a invadir las salas de redacción y las pruebas que se comenzaron a acumular en los procesos en lo que finalmente quedaron involucrados el Director de la entidad, Eliseo Vargas, el ex presidente de la República, Rafael Ángel Calderón y en ese momento el recién posesionado Secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Miguel Ángel Rodríguez (foto).

Este seguimiento de la prensa costarricense definió en últimas un nuevo proceso y adjudicación de las licitaciones y contrataciones públicas de la nación y llevó a juicio a varios funcionarios más por la participación en dicho proceso. Para Giannina, directora de la investigación “El caso permitió descubrir toda la red de funcionarios que se movía para la adjudicación de contratos y el poder de varios padrinos políticos para ejercer su influencia sin evidenciar quebranto de la ley”.

LA CENSURA ARMADA EN COLOMBIA:

En el caso colombiano, el conflicto interno de ese país obliga a que se involucre en las denuncias todas las presiones que los diferentes actores armados y órganos estatales ejercen sobre los pequeños y grandes medios de comunicación del país.

Según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras, la disminución de asesinatos a periodistas durante el periodo de Álvaro Uribe se contrapone con la intimidación que el mandatario colombiano ejerce sobre los medios opositores a su gobierno.

El reporte señala que durante el 2007, Colombia registró el asesinato de seis periodistas, sin embargo, sólo uno de ellos tuvo relación con el ejercicio de la profesión. A su vez, llama la atención el seguimiento hecho por parte de la organización a las persecuciones sistemáticas del gobierno colombiano y las alternativas de distintos corresponsales a abandonar el país por el riesgo inminente de atentar contra su vida.

Exilio: la forma de hacer periodismo en Colombia


La principal amenaza que atraviesa el país es garantizar el ejercicio libre del periodismo, ya que en el 2007 seis periodistas abandonaron sus trabajos por amenazas contra su vida. Incluso, algunos de ellos revivieron un exilio, como es el caso del periodista colombiano Hollman Morris.

Parte de la responsabilidad puede atribuirse a los señalamientos públicos y desmedidos de la rama ejecutiva de Colombia, encabezada por el presidente Uribe, quien arriesga la seguridad personal de los contradictores, tal como ha sucedido con Daniel Coronell, director de Noticias Uno, Carlos Lozano, Director del semanario Voz. A ellos se suman los constantes ataques a medios independientes como Tele sur, quienes han sido retenidos por las autoridades colombianas en repetidas oportunidades por vínculos con la guerrilla.

PERIODISMO INVESTIGATIVO: EL RETO DE LA PRENSA COLOMBIANA

Para Ignacio Gómez, subdirector de Noticias Uno, el periodismo debe estar más comprometido con su labor de informar de forma independiente los hechos que ocurren y que afectan a la mayoría de la población pero que son retratados desde una perspectiva oficial.

Precisamente, este el principal problema que varios organismos internacionales han detectado en el desarrollo de los programas de observación de medios. Saúl Rodríguez, profesor e investigador de la Universidad Javeriana, precisa que el principal conflicto del periodismo nacional “son los pocos espacios de denuncia y de identificación con el público al que pretenden llegar”.

De todas formas hay que aclarar, que la posición de los grandes medios de comunicación y su dependencia hacia la agenda del gobierno, obliga a ver al periodismo nacional como una herramienta clara para el manejo del poder que sólo es limitado por las políticas del gobierno nacional.

Y es que en el periodo de Álvaro Uribe en la presidencia de Colombia no ha sido la excepción. Uribe ha sabido manejar la comunicación de acuerdo a sus intereses para mantener e incrementar la influencia en la opinión pública. Se podría decir que tiene un gran control sobre los medios, lo que es peligroso para el desarrollo de espacios independientes, tal como lo señala Reporteros Sin Fronteras en su informe.

Como actor oficial, el gobierno tiene un gran peso en los medios de comunicación y Uribe es consciente de esto. Por esta razón, el presidente sabe en qué momento debe recurrir a los medios de comunicación para dar a conocer algún proyecto, alguna noticia o alguna decisión, o cuando debe realizar las cosas sin necesidad de los medios, para no generar escándalos o polémicas que puedan volverse en su contra.

EL PERIODISMO INVESTIGATIVO EN LAS REGIONES:

Tal vez la parte más difícil del conflicto y de los problemas de la investigación periodística en Colombia lo carguen las regiones. En ese sentido, Edgar Aroca, Vicepresidente de la asociación de periodistas del Meta. A continuación un panorama de lo que se vive en las regiones.

1. DAVID ROMERO (D.R.): Lo primero que me gustaría saber es acerca de su experiencia en periodismo investigativo, ¿Qué es? ¿Qué persigue y qué le aporta al ejercicio de la profesión?

- EDGAR AROCA (EA.): A pesar que cada día pongo en practica la técnica del periodismo de investigación, es muy poco lo que hago de ese tipo, porque desafortunadamente estamos en un medio que vive del día a día, de la noticia al instante y la "chiva"; cuando ese es el rumbo que se traza desde la dirección, es laboralmente más pesado hacer un trabajo investigativo.

¿Por qué? Porque además de las 10 noticias diarias (o más) que se deben presentar al director, incluidas las voces o la llamada a la fuente, se debe estar al día, no estar "chiviado"; en ese sentido echarse al hombro un trabajo de investigación es aumentar la carga laboral. Nuestros jefes entienden y valoran la investigación realizada, pero siempre faltará aquella noticia del trámite diario.

Repito, diariamente la técnica del periodismo de investigación es usada para la nota de prensa que usualmente transmitimos en nuestro noticiero, y me aporta rigurosidad en la consecución de la noticia: desconfiar, buscar varias fuentes que confirmen la información, estar "ducho" en el tema y no conformarse con esa explicación, indagar hasta lo más profundo.


2. D.R.: Desde el contexto de su región, me gustaría que me comentara ¿cuáles han sido los principales retos que el periodismo investigativo adelanta o ha tenido que enfrentar?

EA: En Villavicencio, hace cerca de un lustro, se lanzó y está vigente un programa de radio que va mucho más allá que la noticia que nosotros echamos, es más, mientras nosotros sólo registramos el hecho, ellos le ven el trasfondo y encuentran muchos elementos más en esa noticia, que por nuestro afán de cumplir con un número de noticias nos obnubilamos y no las observamos.


El gran reto es romper relaciones con la pauta oficial, es decir encontrar las verdades de nuestros mandatarios que siempre quieren que pasen de agache.

Siempre la pauta oficial es y será la más jugosa, por la necesidad del mandatario de turno, el periodista estará siempre bien remunerado para que sea el apoyo de su gestión.

3. D.R.: A partir de esto, usted encuentra o conoce factores externos o internos (desde el medio mismo) que presionen o impidan la publicación o investigación de algún hecho.

EA: Definitivamente, cuando hay relaciones comerciales entre el medio y la fuente o el sujeto de la noticia, es el mayor impedimento para su publicación. Tiene que ser algo "muy berraco", que no se pueda tapar el sol con un dedo, para que salga adelante la información.
4. D.R.: De esa misma manera me gustaría plantearle la siguiente inquietud ¿Cree que en el País hay garantías para ejercer el periodismo libremente? ¿Por qué?

EA: Sí las hay. Gracias a la exigencia de libertad de prensa que hacen nuestros gremios y las posiciones que han fijado los grandes medios informativos contra los gobiernos y elementos censuradores.

De todas formas vale decir que eso en boca de nosotros los que estamos en capital, se escucha bonito. El periodista de alguno de nuestros pueblos, el considerado periodista de provincia, es más vulnerable por la acción de grupos armados estatales y no estatales y por la delincuencia organizada.

5. D.R.: ¿Cómo cree que se manejará el periodismo investigativo en unos años teniendo en cuenta el poco interés de los medios y de los lectores, oyentes o televidentes en apostarle a una información de este tipo? ¿Existe para usted alguna alternativa?

EA: Creo que las cosas no van a cambiar. El día a día es el fuerte de cada medio de comunicación, en mi caso el radial.


Una nota investigativa es encargada o nosotros la proponemos muy poco, aunque repito, el periodismo diario que hacemos tiene todos los elementos de investigación, la diferencia es que no son informaciones trabajadas durante semanas sino la noticia en 5 minutos y para la redacción.

La alternativa que se haga periodismo de investigación es que sea uno el dueño del medio de comunicación (véase Noticias Uno); en su defecto que el propietario del medio respalde el trabajo, invierta dinero y considere que es mejor un nuevo periodista para ese día a día, y el otro se especialice en sacar notas investigativas.


6. D.R.: En este momento usted cree qué encontramos un periodismo independiente en el País.

EA: Muy poco. En los grandes medios: Noticias Uno, Contravía de Hollman Morris, El Espectador. Debe haber muchos, pero muchos pequeños medios plasmando en papel, mostrando en TV o contando por radio notas independientes.

Obviamente el independiente asume el riesgo de quedarse sin como financiar su trabajo, esa es otra gran exigencia que se suma al declararse independiente.

7. D.R.: Pasándonos un poco al plano personal, en ¿Qué proyectos investigativos ha participado?

EA: Investigación política. Los intereses de los directivos de los gremios de la producción de la región. Temas administrativos, de gestión y desempeños de gobernaciones y alcaldías.

8. D.R.: ¿Qué problemas usted encontró en el desarrollo de su trabajo y si en algún momento usted sintió amenazada su seguridad o su investigación?

EA: Problemas…hay fuentes que no dicen la verdad, por eso hay que desconfiar y seguir preguntando. No entregan la información que se solicita. No les gusta a algunos entregar declaraciones.

Nunca me he sentido amenazado por una investigación y lo que he hecho sólo ha tenido barreras en el mismo medio, cuando la fuente llama y devela al "jefe" lo que se piensa transmitir.


9. D.R.: ¿Qué conclusión podemos sacar del periodismo investigativo y de la delgada línea que conduce al periodista a vulnerar su seguridad en pro de una denuncia? hasta qué punto cree usted se vulnera la libertad de prensa con los temas investigativos?

EA: Siempre expondremos la vida, con un tema general o específico. La libertad de prensa se verá afectada cuando la fuente no quiere aportar lo que sabe, de maltrata al investigador, se le cierran las puertas al periodista, y de paso no la dejan transmitir en el medio para donde se trabaja.

Las investigaciones y experiencias de los corresponsales alimentaran todo un proceso que ya está en construcción en el país, por medio de organizaciones de periodistas y de capacitaciones a los diferentes reporteros con el fin de lograr experiencias como las de Perú y Costa Rica.

La viabilidad de las investigaciones en Colombia dependerá entonces, de la independencia y autonomía que los mismos implicados (periodistas, reporteros gráficos, editores) le presten al tema, partiendo de la rigurosidad que esto conlleva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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