domingo, 22 de noviembre de 2009

LA SITUACIÓN DE UNA NIÑEZ DESPROTEGIDA


Por: David Chato Romero


La cuestión de tener como prioridad a la niñez en la sociedad es controversial. Por un lado, los gobiernos nacionales deberían ofrecer más programas y servicios sociales para niños que para adultos y estos deben estar enmarcados en el compromiso que los diferentes gobiernos asuman para garantizarles las herramientas y oportunidades que los menores necesiten para afrontar las dificultades de la vida. Por otro lado, los niños son la base de la sociedad y parte fundamental de ella, pero no la única. Los programas sociales aplicados a otros sectores de la población han demostrado ser tan valiosos y tan útiles como los prestados a la infancia, ya que ellos evitan riesgos mayores para toda la población como lo son de salubridad, seguridad, empleo, entre otros que permiten generar más equidad entre los individuos y por ende una mayor estabilidad dentro de cualquier país. Sin embargo, al final del análisis, demostraré que garantizar las herramientas para el desarrollo de los jóvenes, no sólo es un derecho que los ampara, también es un deber de cada ciudadano velar para que estos se cumplan a cabalidad permitiendo que cada programa social enfocado a la niñez garanticen un mejor porvenir a la sociedad en general en el mediano y largo plazo posible.

La razón más fuerte para la posición contraria es que un gobierno que sólo le apueste a la infancia olvidando al resto de población, es un gobierno irresponsable con lo que precisamente está protegiendo por que no le está dejando ninguna infraestructura montada para cuando los niños crezcan. Por eso es necesaria la inversión en los programas para adultos.

Sin embargo, puede objetarse que la construcción de un modelo de programas sociales para la niñez debe ser una de las prioridades de todos los gobiernos sin olvidar que la garantía para que estos programas sean provechosos es la continuidad en diferentes nichos poblacionales, así se evita la pobreza, desigualdad y otros factores que impiden el desarrollo de un país y que dejan sin oportunidad de crecimiento a muchos niños.

Además, la mejor razón para apoyar mi posición se basa en que si los niños mantienen la base de la sociedad son ellos la prioridad de todo gobierno. Acá se debe tener en cuenta que en los diferentes nichos poblacionales por lo general tiene más menores que adultos por lo que siempre debe ser tenido en cuenta y por lo tanto debe tener mayor prioridad. Si se busca acabar con la miseria y los demás problemas sociales, lo primordial es garantizar a los niños su prosperidad, de esta manera se empiezan a eliminar las desigualdades.

Por todas estas razones creo que hablar de la importancia de los programas sociales y lo provechoso que estos pueden llegar a ser en una población es evidente. El problema debe radicar es si aplicar dichos programas en verdad solucionan los problemas de raíz de una población por ejemplo vulnerada por la violencia. Se creería que antes que programas en estos casos, lo que debería primar es evitar un conflicto, o evitar la falta de educación para no generar programas en la madurez. Con las bases firmes ninguna estructura cae, eso se aplica en la ingeniería y en la sociedad debería hacerse lo mismo. Así se garantiza que la estructura en un futuro no vaya a derrumbarse.




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